Treinta

Esta semana cumplo treinta primaveras. Qué rápido se dice y qué diferente de cuando se vive. Definitivamente me caigo mejor que hace diez años. Cuando cumplí 20 estaba un poco más que perdida. La obligación de todas las que tienen esa edad, claro está. Me gustaría tanto poder hablar con esa Maca del pasado. Así que, heme aquí escribiéndole a ella. La magia de la escritura es permitirte estas licencias espacio-temporales:

Comienza a escribir antes. Descubrirás que es tu mejor manera de interpretar el mundo que te rodea. Sigue con tu obsesión de viajar, ya sea en aviones o en libros. Conocer otros mundos te abrirá la mente, conocer otras personas te llenará el alma.

Sé valiente y deja el miedo. Nunca se han escrito libros sobre cosas que no se hicieron. Aunque digas que no te importa lo que diga la gente, sí que te importa. Ver esta realidad de frente te ayudará a superarla, y cambiarla.

Lee a Milena Busquets, Joel Dicker, Rebecca Solnit, Ray Bradbury, Virginia Woolf, Joan Didion… todo el tiempo que esperes es tiempo perdido. Ve más cine clásico y disfruta de las comedias tontas sin culpa alguna. Escucha toda la música que puedas. No hagas caso a aquellos que dicen que un artista es basura, si te hace bailar, sentir, llorar… por mí me vale. Olvídate de los guilty pleasures. Todo lo que te haga feliz es bueno.

Entiende que la amistad muta. Hay amigos que estarán en el día a día. Hay otros que estarán contigo toda la vida. Los cambios, en las relaciones, son inevitables.

Eso que te hace llorar, pasará. Tienes solo 20 años. Una decisión difícil vendrá. Luego la vida te enseñará que hay dolores aún mayores y que la muerte existe y tocará a la gente que quieres. Agradece haberlos disfrutado el tiempo que estuvieron.

Arriésgate. Contesta ese mensaje. Toma ese avión. Da ese beso. Escribe esa carta. Baila esa canción. Acércate y di un simple: Me gustas. Sin temer la reacción. Vive ese corazón roto en un antro un jueves por la noche… pronto tendrás ese atardecer en la playa y podrás disfrutar lo ganado, sabiendo lo que se siente haberlo perdido.

Come sano. Tu salud te lo agradecerá. Un día alguien vendrá a decirte que lo que comes te hace mal. Depende de ti volver a llevarte bien con la comida. La vida gira entorno a una mesa, pero lo más importante es la plática que en ella pasa.

Cumplir años es un regalo. Las lecciones se vuelven un poco más complicadas, pero, por el momento, sigues disfrutando los días con la misma intensidad de cuando gritabas “Soy Feliz” a los cuatro años.

Pero si hay algo que pueda destacar entre todo, es que vivas con la verdad por delante. No hacerlo te hará sufrir innecesariamente. Cuando sueltas lo que tienes dentro, vuelas más alto y disfrutas esos pequeños momentos que hacen de esta vida, algo bello.